Gastroenteritis aguda

La gastroenteritis aguda es una inflamación que afecta al aparato digestivo y altera la regulación de agua y sales minerales.

(Si lo prefieres, puedes recibir esta información en formato vídeo).

En nuestro entorno, la causa más frecuente de gastroenteritis es un germen, como el norovirus o el rotavirus. Estos microbios infectan las células que tapizan el intestino delgado, donde se multiplican, y dan lugar a síntomas como diarrea, asociada o no a vómitos, y dolor abdominal.

La gastroenteritis es muy habitual y suele resolverse con dieta y reposo. Eso sí, ingerir líquidos para reponer el agua y las sales minerales perdidas es esencial para prevenir la deshidratación. De ello hablaremos en otra ocasión.

Las personas mayores y las que tienen un sistema inmunitario débil son quienes tienen más riesgo de sufrir síntomas graves.

Causas

Aunque en nuestro medio la mayoría de los casos son de origen vírico (principalmente por norovirus o rotavirus), la gastroenteritis también puede causarla una bacteria, como Campylobacter o Salmonella, o un parásito, como Giardia Intestinalis.

Otras posibles causas de la enfermedad son ciertos medicamentos, como los antibióticos o los laxantes, o algunos tóxicos en aguas o alimentos contaminados.

Transmisión

En general, las infecciones intestinales se producen por ingerir agua o alimentos contaminados. Pero también se transmite de persona a persona por vía fecal-oral; es decir, de manera indirecta, por sucesivos contactos inadvertidos, llegan heces de alguien a la boca de una persona vulnerable.

Prevención

La mejor forma de prevenir esta enfermedad consiste en mantener la higiene. Hay que lavarse las manos con agua y jabón después de ir al lavabo, cambiar pañales y antes de preparar y consumir alimentos. También conviene lavar bien los objetos y superficies que se pueden contaminar con las heces por contacto directo o indirecto, como los pomos de grifos o puertas.

En caso de que un conviviente tenga gastroenteritis, hay que desinfectar el lavabo y cualquier otro lugar que se pueda haber contaminado con vómitos o heces. También es recomendable guardar en una bolsa cerrada la ropa que se haya manchado con vómitos o deposiciones y lavar en la lavadora con agua caliente y detergente a la temperatura más alta posible.

Para evitar la transmisión alimentaria, se deben seguir unas medidas lógicas, como lavar y desinfectar la verdura o fruta que se consumirá cruda, evitar consumir huevo poco hecho, así como aguas de fuentes no cloradas.

Síntomas

Los más comunes son diarrea, vómitos y dolor abdominal.

La enfermedad también puede dar algo de fiebre, dolor muscular y articular, cansancio y debilidad.

Los síntomas pueden durar de horas a días, en función de la cantidad y la virulencia del microorganismo causante, así como de la salud de la persona afectada.

Tratamiento

La mayoría de las veces no se requiere atención médica. Basta con seguir algunas recomendaciones sencillas.

  • Si solo se tiene diarrea:
    • Conviene evitar o reducir la cafeína, el alcohol, las grasas, la fibra, los zumos y la comida muy especiada. Se debe comer menos, pero con más frecuencia.
    • Hay que procurar reponer los líquidos perdidos con agua o suero oral. No se recomiendan las bebidas isotónicas, o azucaradas. Están pensadas para reponer minerales que se pierden por el sudor tras mucho esfuerzo físico, mantenido durante mucho tiempo; condiciones muy distintas a las de una colitis.
  • Si además hay vómitos:
    • No se debe forzar la ingesta hasta que los vómitos y las náuseas remitan.
    • Se recomienda iniciar la rehidratación al cabo de unos 30′ con pequeñas cantidades de suero oral (por ejemplo, una cucharada cada 10′). No se recomiendan las bebidas carbonatadas, las isotónicas, ni los zumos de fruta.
    • Cuando se toleren bien los líquidos, se puede aumentar la frecuencia de la ingesta progresivamente hasta tomar sólidos en pequeñas cantidades, preferiblemente alimentos blandos, sin grasas ni azúcares, hechos la plancha, al vapor o en el horno.
    • Y contra el cansancio, reposo.

Algunos fármacos pueden ayudar a controlar las náuseas o la diarrea. Aunque se vendan sin receta, no son inocuos y, por tanto, pueden resultar perjudiciales en ciertas situaciones. Por eso es importante utilizarlos con prudencia, siguiendo los consejos del médico o el farmacéutico.

¿Cuándo hay que consultar al médico?

Hay que consultar al médico si:

  • Hay fiebre alta persistente.
  • Se tiene el abdomen hinchado y duro.
  • Las deposiciones contienen sangre, moco o pus.
  • Se está inmunodeprimido, o se padece alguna enfermedad grave.
  • los vómitos:
    • contienen sangre o parecen posos de café.
    • persisten durante horas y no se puede tomar nada.
    • se acompañan de alguno de los siguientes síntomas:
      • dolor abdominal intenso.
      • dolor de cabeza.
      • rigidez de cuello.

Es todo por hoy, espero que vaya muy bien. ¡Muchas gracias!

Otros artículos

Flato

El flato es una acumulación molesta de gases que se...

Leer más

Si estás interesado en el proyecto y quieres más información, déjanos tus datos y nos pondremos en contacto contigo