Cálculos renales

Para que no pierdas el tiempo, empezaré haciendo un resumen de lo que vamos a ver en esta entrada: Los cálculos renales se forman cuando se produce un cambio en el equilibrio normal de agua, sales, minerales y otros elementos en la orina. La causa más frecuente es no beber suficiente agua. Algunas personas son más propensas a tener cálculos renales debido a una afección médica, como la gota, o por alguna enfermedad hereditaria.

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Se diagnostica cuando se acude al médico o a urgencias con dolor en el vientre o en el costado. El doctor hará preguntas sobre los síntomas y hará un examen. Es posible que hagan pruebas de imagen, como una tomografía computarizada o una ecografía de los riñones y las vías urinarias.
Para la mayoría de los cálculos, el médico recomendará volver a casa con analgésicos y beber mucha agua. Es posible que receten un fármaco para expulsar el cálculo. Pero si es demasiado grande para expulsarlo, puede que se necesite otro tratamiento, como uno que utilice ondas de choque para romper el cálculo en trozos pequeños.

Causas

La causa más común de los cálculos renales no es beber agua dura, con mucho calcio, sino NO beber suficiente agua. Esto último les suele suceder a personas mayores, pues les suele fallar el mecanismo de la sed. Cuando no se bebe suficiente agua, las sales minerales y otras sustancias de la orina pueden adherirse entre sí y formar un cálculo. Casi siempre hay un cambio en los niveles de calcio en la orina.
Algunas personas son más propensas a tener cálculos renales debido a patologías como la gota o la enfermedad de Crohn, una afección inflamatoria intestinal.
También puede tenerse una predisposición genética: si otras personas de la familia han tenido cálculos renales, es posible que uno también los tenga.
En raras ocasiones, una persona forma cálculos renales porque las glándulas paratiroides producen demasiada cantidad de una hormona, lo que provoca un aumento de los niveles de calcio, que favorece que se formen cálculos renales.

Qué aumenta el riesgo

Hay varios factores:

  • La cantidad de líquido que no se bebe. La causa más frecuente de cálculos renales es no beber suficiente agua.
  • La dieta. Las ricas en proteínas y sodio aumentan el riesgo de cálculos renales. Lo mismo ocurre con los alimentos ricos en oxalato, como las verduras de color verde oscuro. Si uno sospecha que el régimen alimentario puede ser un problema, un dietista podría ser de ayuda.
  • Sobrepeso. Esto puede provocar resistencia a la insulina y un aumento del calcio en la orina, lo que puede aumentar el riesgo de cálculos renales.
  • Medicamentos. Algunos pueden provocar la formación de cálculos renales.
  • La edad, el sexo y los antecedentes familiares de cálculos renales también pueden influir en el riesgo. Pero estos factores están fuera de control.

Prevención

Los siguientes consejos pueden reducir sus probabilidades de tener cálculos renales o de volver a tenerlos:

  • Lo más importante es beber más líquidos, especialmente agua, si el médico lo permite. Hay enfermedades que implican restringir la cantidad de agua que se bebe. Ojo si se tiene insuficiencia cardíaca, por ejemplo. Daremos más ejemplos de condiciones restrictivas en el apartado de autocuidados.
  • Tomar menos sal y alimentos salados. Una forma de hacerlo es evitar los alimentos procesados y limitar las comidas de restaurantes.
  • Hablar con el médico o nutricionista sobre la cantidad de calcio que se necesita cada día. Convine obtener el calcio de los alimentos, no de suplementos. La leche, el queso y el yogur son buenas fuentes de calcio.
  • Si se ha tenido un cálculo renal de oxalato, es buena idea limitar ciertos alimentos que lo contienen. Tal es el caso de las verduras de color verde oscuro, como las espinacas, los frutos secos, el chocolate, la remolacha y las patatas fritas. No hay que renunciar a estos alimentos, solo tomarlos menos.
  • Conviene seguir una dieta equilibrada, sin demasiadas proteínas animales. Por esto conviene limitar la ternera, el pollo, el cerdo, el pescado y los huevos. Un exceso de proteínas puede provocar cálculos renales. De nuevo: no hay que renunciar por completo a estos alimentos. Un médico o un dietista podrá asesorar sobre las proteínas que se necesitan y la mejor manera de obtenerlas.
  • Es interesante aumentar la cantidad de fibra que se toma. Esto incluye el salvado de avena, las judías, los panes integrales, los cereales de trigo, la col y las zanahorias.
  • Se debe evitar el zumo de pomelo.
  • Es recomendable beber limonada hecha con limones de verdad (no con sabor a limón). Tiene un alto contenido en citrato, que ayuda a prevenir los cálculos renales.
  • Es aconsejable hablar con el médico sobre vitaminas o suplementos. Es posible que quiera limitar la cantidad de aceite de hígado de pescado o suplementos de calcio que se toman. Tampoco conviene tomar más de la dosis diaria recomendada de vitaminas C y D.

Síntomas

Si los cálculos renales permanecen en el riñón, no suelen causar dolor. Cuando salen del órgano a través de los conductos del tracto urinario, su movimiento puede provocar síntomas. Estos incluyen:

  • Dolor repentino e intenso que empeora en oleadas. Puede tratarse de un dolor intenso en la espalda, el costado, el abdomen, la ingle o los genitales.
  • Náuseas y vómitos.
  • Sangre en la orina. Esto puede ocurrir con los cálculos que permanecen en el riñón o con los que se desplazan por el uréter, el conducto que lleva la orina del riñón a la vejiga.
  • Micción frecuente y dolorosa. Esto puede ocurrir cuando el cálculo está en el uréter, o después de que el cálculo haya salido de la vejiga y esté en la uretra, el conducto por el que se expulsa la orina. Puede haber dolor al orinar debido a una infección urinaria.

Si los cálculos renales son lo suficientemente pequeños, pueden no causar síntomas.

Qué ocurre

Un cálculo renal comienza como un pequeño cristal en el riñón. Cuando la orina sale del riñón, puede arrastrar el cristal. Pero si permanece en él, con el tiempo se le unen más cristales pequeños, que lo agrandan.
La mayoría de los cálculos abandonan el riñón y viajan por el tracto urinario cuando todavía son lo suficientemente pequeños como para salir fácilmente del cuerpo. Esto no requiere tratamiento.
Los cálculos más grandes pueden atascarse en los uréteres. Lo cual puede impedir que la orina fluya y causar dolor intenso, si bien suele desaparecer cuando el cálculo pasa a la vejiga. En caso de cálculos más grandes, puede ser necesario un tratamiento médico.

Cuándo llamar

Hay que llamar de inmediato al médico si se tienen estos síntomas:

  • Dolor intenso en el costado, el vientre, la ingle o los genitales. Puede empeorar en oleadas.
  • Sangre en la orina.
  • Signos de infección urinaria, como dolor o ardor al orinar.

También hay que llamar al médico si se tiene diagnosticado un cálculo renal y aparece alguno de los siguientes problemas:

  •  Náuseas o vómitos intensos.
  •  Fiebre y escalofríos.
  •  Dolor intenso en el costado en la zona del riñón.

Por otra parte, conviene preguntar si se necesita un examen si:

  •  Han diagnosticado un cálculo renal y se necesita un analgésico más fuerte. O
  •  Se ha expulsado un cálculo, aunque el dolor haya sido escaso o nulo. Conviene guardarlo y preguntar si hay que analizarlo.

Espera vigilante

La espera vigilante consiste en esperar a ver qué pasa. Si mejora por sí solo, no se necesitará tratamiento médico.  Pero si empeora, se puede decidir junto con el médico qué hacer a continuación.
Es posible expulsar el cálculo sin tratamiento médico si:

  • Se puede controlar el dolor con medicamentos.
  • Se sabe cómo buscar y recoger los cálculos renales eliminados.
  • No se tienen signos de infección, como fiebre o escalofríos.
  • Se puede beber mucho líquido.
  • No se tienen náuseas ni vómitos intensos.

Exámenes y pruebas

El médico puede realizar pruebas para ayudar a diagnosticar los cálculos renales y ver dónde están. Las pruebas incluyen:

  • Una tomografía computarizada espiral sin contraste. Es un tipo especial de tomografía, que se mueve en forma de hélice.
  • Una ecografía, que usa ondas sonoras para examinar las vías urinarias.
  • Pielograma intravenoso (PIV). Se trata de una prueba radiográfica que muestra imágenes de las vías urinarias y los cálculos renales.
  • Pielografía retrógrada. En ella se utiliza un colorante para comprobar si un cálculo renal u otra cosa obstruye las vías urinarias.
  • Análisis de orina y urocultivos, esto es, una prueba para ver si crecen bacterias.
  • Radiografía abdominal (KUB). Se obtiene una imagen de los riñones, la vejiga y los conductos urinarios.

Tratamiento

Si el médico cree que el cálculo puede eliminarse por sí solo, puede recetar antiinflamatorios no esteroideos (AINE), y recomendar beber mucha agua.
El médico puede recetar otros medicamentos, llamados alfabloqueantes (también llamados antagonistas alfa-adrenérgicos) para relajar los músculos lisos de las vías urinarias y ayudar al organismo a expulsar el cálculo.
Si el dolor es demasiado intenso, hay una infección o los cálculos obstruyen las vías urinarias, es probable que el médico recomiende un procedimiento médico, como la litotricia: consiste en utilizar ondas de choque para romper el cálculo renal en trozos pequeños.
O el médico tendrá que extraer el cálculo o colocar un pequeño tubo de plástico flexible en el uréter. Esto se hace para mantener abierto el uréter mientras pasan los cálculos.
Algunas personas optan por procedimientos como la litotricia en lugar de esperar a que el cálculo salga por sí solo o utilizar medicamentos recetados. Esto les permite expulsar el cálculo antes o expulsar cálculos más pequeños. Es importante hablar de los pros y los contras con el médico.

Autocuidados

Beber más líquidos y tomar analgésicos suele ser lo único que hay que hacer cuando se expulsa un cálculo renal.
 Si se padece una enfermedad renal, cardíaca o hepática que requiere  restringir la ingesta de líquidos, hay que consultar al médico antes de beber más líquidos.
Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como la aspirina o el ibuprofeno, pueden aliviar el dolor. El médico puede recetar un analgésico más fuerte si se precisa.
Y hasta aquí por hoy. Espero que hayas encontrado útil esta información, y que vaya muy bien. ¡Muchas gracias! ¿Te animas a comentar, compartir o suscribirte?

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